Por NOTICIASCD.MX | 05 de agosto de 2025 | Ciudad de México
En medio de cifras alarmantes de maltrato animal y una sociedad cada vez más exigente en materia de derechos no humanos, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma al Código Civil local para reconocer a los animales como seres sintientes, y no meros objetos o propiedades.
La diputada Elvia Estrada Barba, del Partido Verde Ecologista, impulsora de la iniciativa, celebró la decisión como un avance en la construcción de un marco jurídico más ético y coherente con la realidad científica.
Pero, aunque el paso es significativo, la pregunta que queda es por qué tardamos tanto.
Durante el año 2023, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) atendió 6 mil 121 denuncias por maltrato animal.
Las alcaldías de Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón encabezaron la lista de las zonas más violentas para los animales en la capital. Estas cifras no solo exhiben la urgencia del tema, sino también el rezago institucional y legislativo en proteger a quienes no tienen voz.
Hasta ahora, el Código Civil de la Ciudad de México —como en la mayoría de las entidades del país— seguía considerando a los animales como bienes muebles e inmuebles, una clasificación que hoy resulta arcaica y contradictoria frente al conocimiento científico, que ya ha demostrado de forma irrefutable la capacidad de los animales de sentir dolor, miedo, alegría o sufrimiento.
“Es un hecho científico probado que los demás animales son sintientes y, por consiguiente, conscientes”, afirmó Estrada Barba durante la sesión de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, presidida por el diputado morenista Alberto Martínez Urincho.
La aprobación de la iniciativa introduce al artículo 855 BIS del Código Civil local el reconocimiento explícito de los animales como seres sintientes, sujetos de consideración moral, merecedores de trato digno. La nueva redacción también establece la obligación jurídica de toda persona de respetar la vida de los animales y velar por su bienestar, de acuerdo con sus características biológicas y especies.
¿Una reforma de papel?
Sin embargo, queda la duda de cuán efectivas serán estas disposiciones más allá del texto. La experiencia en otras entidades ha mostrado que el reconocimiento legal no siempre se traduce en un cambio real en la calle, en los hogares o en las instituciones encargadas de aplicar la ley.
La diputada Estrada Barba apuntó que la reforma va en sintonía con el artículo 13, apartado B de la Constitución de la Ciudad de México, donde ya se reconoce el estatus especial de los animales. Pero si ese principio ya estaba constitucionalizado desde 2017, ¿por qué han seguido aumentando las denuncias de maltrato?
A pesar de lo loable del avance, los activistas advierten que sin recursos suficientes, campañas educativas, capacitación a autoridades y sanciones efectivas, la ley corre el riesgo de convertirse en letra muerta.
La reforma también contempla el artículo 874, que establece que la tenencia de animales se regirá por la Ley de Protección y Bienestar Animal local, pero nuevamente, la efectividad de dicha ley depende de su aplicación, vigilancia y actualización constante.
Un paso simbólico que debe convertirse en acción
En resumen, esta reforma es un triunfo simbólico, ético y político. Representa un cambio de paradigma necesario, pero también revela una deuda histórica con los animales no humanos. Reconocer su sintiencia es solo el primer paso: garantizar su protección efectiva, el verdadero reto.
Y si las más de seis mil denuncias de maltrato en un solo año no bastan para apresurar ese reto, ¿qué lo hará?
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